viernes, 11 de junio de 2010

El Senado declara pesar por la muerte del obispo

http://www.abc.com.py/abc/nota/132577-El-Senado-declara-pesar-por-la-muerte-del-obispo/

El Senado aprobó ayer una declaración en la que expresa su profundo pesar por el fallecimiento del obispo emérito de Asunción, monseñor Ismael Rolón. En la sesión, varios senadores destacaron la lucha del religioso durante la dictadura, a excepción de Unace, que lo cuestionó.

Por declaración aprobada por amplia mayoría, el Senado expresa “su profundo pesar por el fallecimiento del ilustre ciudadano, monseñor Ismael Rolón Silvero, arzobispo emérito de la ciudad de Asunción, y manifiesta el reconocimiento a su labor pastoral y su compromiso en favor de los derechos humanos”. El proyecto fue presentado por los senadores Miguel Carrizosa (PQ) y Hugo Estigarribia (ANR), y lleva asimismo la firma de Ramón Gómez Verlangieri (PLRA) y Jorge Oviedo Matto (Unace).Durante la sesión, varios senadores expresaron conceptos elogiosos a la figura de monseñor Rolón. La senadora Ana Mendoza de Acha (PQ) señaló que el obispo emérito fue “un baluarte de la moral y un gran defensor de los DD.HH.”. Recordó su postura crítica contra la dictadura y su defensa de los campesinos, la prensa y a dirigentes políticos perseguidos, sin distinción de partidos.El senador Carlos Filizzola (PPS) dijo que había tenido la suerte de conocerlo y luchar en la época de la dictadura a su lado, y destacó su apoyo decidido a los luchadores por la democracia. Indicó que el obispo emérito es un ejemplo de lucha, de dignidad, honestidad y compromiso con el Paraguay y su gente más necesitada.Los liberales Luis A. Wagner y Julio César Franco también destacaron la lucha inclaudicable del obispo emérito. A contramano de sus colegas, el oviedista José M. Bóbeda dijo que monseñor Rolón, cuando formó parte de la cúpula de la Iglesia Católica no se pronunció ante las masacres que se produjeron durante los años 60 y no se sentó en la banca de Consejo de Estado para hacerle frente al dictador. También criticó a la Iglesia Católica, en general, señalando que, en su momento, el papa Pío XII no dijo una sola palabra durante el holocausto judío.

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