eL Prof. Dr. Eric Maskin, Nobel de Economía 2007, destacó que el camino para reducir la desigualdad consiste en formar trabajadores que utilicen técnicas modernas de producción.
En su primer día de estadía en Paraguay, el premio Nobel de Economía, Eric Maskin, reflexionó sobre la situación en que se encuentra el país y los desafíos existentes en los diferentes segmentos socioeconómicos.
Consideró que el método más eficaz para reducir las desigualdades generadas por la globalización consiste en lograr la educación y capacitación de los trabajadores con menor nivel de instrucción en la utilización de técnicas modernas de producción, de modo que puedan insertarse y desempeñarse exitosamente al mundo laboral.
“Lo que distingue a la actual globalización de las anteriores es que ésta ha sido una globalización de la producción: hay muchos productos muy importantes cuyos componentes son fabricados en muchos países diferentes y, por esta razón, los productores internacionales requieren trabajadores altamente calificados y los no calificados o personas sin competencia son expulsados del mercado”, expresó.
"Como resultado, la brecha existente entre ricos y pobres, y entre mano de obra calificada y no calificada, se vuelve más aguda como resultado de la globalización”, sostuvo.
En cuanto a la realidad nacional, recalcó que la formación de los trabajadores está en manos de los empresarios, debido a que el Gobierno no contempla dentro de sus planes de estudio la adopción de tecnología en las actividades económicas.
“En Paraguay, la agricultura es un componente muy importante de la economía; una manera en que puede volverse más competitiva y elevada a los estándares modernos, es mejorar las técnicas en términos de fertilización, irrigación y muchos otros factores”, manifestó.
“Esto requiere una inversión de capital, pero tener requiere educación y capacitación de las personas que están encargadas de los cultivos para que puedan incorporar las tecnologías modernas en sus métodos de crecimiento; la educación, la capacitación es el componente más importante que todo este sector, que se encuentra en un nivel de pobreza, pueda ser incorporado al mercado y a la actividad global. Los empleadores de esta mano de obra tienen la responsabilidad de capacitar a sus trabajadores en lo que se refiere a las técnicas modernas de esta área”, agregó.
En otro momento, recordó el espectacular crecimiento económico que registró el país en el 2010, pero admitió que este indicador no es suficiente para medir el nivel de desarrollo de su población.
“El crecimiento del PIB habla de lo que está ocurriendo en promedio en el país, pero en un país con grandes desigualdades, se puede observar un crecimiento solo cuando los ricos se vuelven más ricos sin observarse ningún tipo de mejora en los otros sectores. Para analizar el progreso de los países, debemos ver no solo lo que está ocurriendo en el PIB, sino también sus efectos en el resto de la población”, aseveró.
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